Desde hace algún tiempo sigo el blog ConoCity: una ciudad de conocimiento y en ese feedback que surge entre quienes utilizamos herramientas 2.0 y creemos en la comunicación fluída y constante se enmarca la entrada reciente creada por Josi Sierra en ConoCity: una ciudad de conocimiento: Jordi Adell habla claro. Por si fuera poco, este `aprendiz de comunicador´, como él se define, ha transcrito en un documento los rasgos primordiales señalados por Jordi Adell en las Jornadas de DIM de Barcelona.
Día a día, cada vez con mayor intensidad, nuestras vidas pasan por la comunicación, por la colaboración, por el entendimiento.
Ayer, precisamente, en el grupo de trabajo sobre Web 2.0 que coordino en mi Centro estuvimos tratando sobre estos temas: las herramientas, la comunicación, la viabilidad que le encontramos y otorgamos en los currículos escolares de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, del Bachillerato y de los Ciclos Formativos.
Es difícil extraer conclusiones porque correríamos el riesgo de que fueran demasiado precipitadas. No hay un acuerdo unánime entre los docentes para la utilización de las herramientas y plataformas colaborativas. Por una parte, no podemos negar que unas materias se adaptan mejor que otras; pero tampoco podemos negarnos nosotros mismos a que los alumnos que ya son `nativos digitales 2.0´ utilicen e integren los medios en el buscado long life learning.
A veces, desdichadamente muchas veces, somos los docentes quienes no estamos dispuestos ni al aprendizaje según el modelo C.A.I.T. (Constructivo, Autorregulado, Interactivo y Tecnológico) ni siquiera al long life learning.
En eso tenemos que cambiar.
Es difícil extraer conclusiones porque correríamos el riesgo de que fueran demasiado precipitadas. No hay un acuerdo unánime entre los docentes para la utilización de las herramientas y plataformas colaborativas. Por una parte, no podemos negar que unas materias se adaptan mejor que otras; pero tampoco podemos negarnos nosotros mismos a que los alumnos que ya son `nativos digitales 2.0´ utilicen e integren los medios en el buscado long life learning.
A veces, desdichadamente muchas veces, somos los docentes quienes no estamos dispuestos ni al aprendizaje según el modelo C.A.I.T. (Constructivo, Autorregulado, Interactivo y Tecnológico) ni siquiera al long life learning.
En eso tenemos que cambiar.
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